lunes, 31 de diciembre de 2012

Héctor Magnetto, nuevamente al extremo


Cuando se movía con soltura, en la impunidad total de los grandes empresarios vinculads, cuando, treinta y seis años atrás, sintió estremecer su cuerpo ante la mirada fría y la voz imperiosa del hombre de Clarín: “Firme la venta de Papel Prensa, si no quiere poner en riesgo su vida y la de su hija”.os a la dictadura genocida, Héctor Magnetto no se privaba de ningún recurso para favorecer sus negocios. Lo supo Lidia Papaleo, viuda de David Graiver y heredera de la única fábrica de papel para diarios del país.


A partir de esa apropiación, Magnetto armó un potente grupo de medios gráficos. Combinando el manejo monopólico del precio y la distribución del papel para diarios con la dosificación de las noticias desde la Agencia DyN (“el que no se suscribe, no recibe papel”; y, “el que no pone hoy en tapa lo que le indica DyN, no recibe papel mañana”), logró adueñarse de los principales diarios del país y condicionó a todo el resto. Posición hegemónica que le permitió imponer la agenda política, social, cultural, a la sociedad y a los poderes institucionales.

Con métodos mafiosos similares, sirviéndose del control absoluto de la transmisión de los torneos de futbol y otros recursos de “gigante come todo”, se apoderó de unas 300 licencias de cable y de radio, hasta convertir a su grupo, también, en la principal corporación de medios audiovisuales del país.

Además, mediante el control de Impripost, empresa que administra archivos e imprime resúmenes de cuenta y facturas de los principales bancos, tarjetas de crédito y compañías de servicios públicos y privados, se aseguró el acceso a mucha información sobre patrimonio y gastos de las personas. Fuente ésta imprescindible para hurgar en el tren de vida de jueces y fiscales federales, funcionarios del ejecutivo, legisladores, etc., que, en más de un caso, por no tener las manos limpias, son presa fácil de la presión o la extorsión directa, para favorecer los intereses de la corporación mediática.

Mucho poder acumuló Magnetto a partir de aquel estratégico despojo a la familia Graiver. Todo el poder que le hacía falta para trascender incólume la caída de los genocidas; para decirle al presidente Raúl Alfonsín “usted, ya es un estorbo” y obligarlo a renunciar seis meses antes del fin de su mandato; para señalarle a Carlos Menem, en plena negociación por cuestiones de privilegio empresarial, “el suyo es un puesto menor”, cruda manera de recordarle (y recordarnos): no se confunda, presidente, el que manda acá soy yo. Todo el poder necesario para proteger a Duhalde y construirle una imagen de “estadista”, mientras éste le daba alas a la maldita policía, manchaba sus manos con sangre reprimiendo al pueblo, y saneaba las finanzas del grupo con la famosa “ley Clarín”. Todo el poder, en fin, emanado de aquello que, “con cuatro tapas, Clarín pone y saca presidentes”.

Hasta que llegó a la presidencia Néstor Kirchner, y luego Cristina. ¡Y mil tapas en contra no torcieron su compromiso con el voto ciudadano –que creció, del 22 por ciento inicial, al 44 en el año 2007, y al 55 en 2011-! Pero hubo aún algo peor para Magnetto. El gobierno de CFK aportó todo el peso de su voluntad política hasta convertir en ley de la República una demanda democrática de larga data que, en lo que se refiere a la comunicación audiovisual, obliga a los grupos mediáticos a desmantelar sus estructuras hegemónicas. Todo esto, mientras la justicia investiga, por presunto delito de lesa humanidad, el denunciado despojo de Papel Prensa a la familia Graiver.

Hoy, Magnetto, se encuentra contra las cuerdas. Debilitado en el frente político, tras varios y frustrados intentos de amañar una unidad electoral opositora al kirchnerismo. Y cada vez más cerca del desahucio en el plano judicial, dónde quema sonoros cartuchos sin más expectativa que prolongar temporalmente el desenlace de tener que adecuarse, inexorablemente, a las leyes republicanas.

Pero no se resigna a ceder. Rechaza la regulación estatal sobre su corporación monopólica. Y, nutrido del enorme poder económico que amasó en décadas de impunidad, opera nuevamente al extremo. A todo o nada. Apuesta a la carta reaccionaria de “cuanto peor, mejor”. Violenta la relación comercial con su socio, en la principal empresa del grupo (Cablevisión). Violenta la justicia, al amañar procedimientos, corromper jueces, abusar de cautelares y promover el alzamiento de una instancia inferior ante la máxima autoridad judicial. Violenta la convivencia democrática, instigando a la ciudadanía a ocupar la calle con ánimo destituyente, a celebrar el linchamiento mediático de la presidenta o el balazo virtual en la frente de Guillermo Moreno. Violenta las páginas de sus diarios y sus emisiones radiotelevisivas, ocultando información, inventando mentiras, sembrando el miedo y el desánimo por doquier, destilando ingobernabilidad y descontrol en cuanto conflicto surge (o puede ser provocado deliberadamente) en algún sector de la sociedad.

Se alinea con Inglaterra, en contra de los derechos argentinos sobre las Islas Malvinas. Se alinea con los fondos buitres internacionales, en contra de la exitosa política nacional de desendeudamiento. Se alinea con los devaluacionistas, en contra de la sana regulación estatal del mercado de divisas y el cuidado de las reservas. Se alinea con los que promueven el congelamiento de los salarios, en contra de las paritarias y la justa redistribución positiva de la riqueza.

A Héctor Magnetto le urge provocar un clima de caos, de crisis política terminal. Necesita arrastrar a la oposición, y a la ciudadanía influida por ella, a desestimar el juego democrático y atraerla hacia una salida destituyente, un golpe blando, institucional, que eyecte a Cristina Fernández de Kirchner del gobierno. Salida que ilusiona a la derecha conservadora (en todos sus matices) desde aquellos meses de 2008, en que cortaron rutas y ganaron masivamente las calles de las ciudades hasta impedir la aplicación de las retenciones móviles a las exportaciones de granos: “Los conflictos estallan con violencia creciente en el espacio abierto de la calle. En esos conflictos, el ejercicio de la soberanía del pueblo se proyecta sobre dos planos; en uno prevalecen las elecciones y el régimen representativo; en el otro, las implosiones, la rebelión social, la protesta directa” –comentaban sus editorialistas por esos días-. Y agregaban: “Esas implosiones derivadas de las protestas pueden ser tan eficaces para tumbar gobernantes como las elecciones para desplazarlos pacíficamente. Los golpes institucionales se ubican en estas encrucijadas”. Mientras Eduardo Duhalde, enfatizaba: “En nuestro país, estos procesos se dan muy rápido”. Y los medios concentrados extranjeros editaban: “Ya no es cuestión de si los Kirchner van a ser derrocados, sino de cuándo lo serán”.

Es este contexto el que permite comprender el sentido político esencial no sólo de las manifestaciones del 13 de septiembre en la Plaza de Mayo y el 8 de noviembre en el Obelisco, que tuvieron sus réplicas simultáneas en varias otras ciudades del país, sino también el verdadero objetivo de algunos “episodios extravagantes” (*) ocurridos últimamente.

Como sucede con las brujas, se dice de las clases sociales que no existen, pero que las hay, las hay.

Un sector de la sociedad argentina, minoritario pero poderoso, que reúne a los más grandes empresarios del agro, la industria, las finanzas, el comercio exterior y los medios de comunicación, ve con preocupación cómo se consolida el rumbo del proyecto kirchnerista. Y es que ese bloque, aún cuando ocupa una posición dominante en la economía nacional, está en problemas. Desde la crisis de 2001 y la debacle del modo de acumulación con hegemonía del gran capital financiero, no logra consensuar una salida “a su imagen” ni destacar entre sus componentes al sector capaz de ejercer nuevamente el liderazgo. Magnetto, patrón del gigantesco Grupo Clarín, trata de llenar esa vacante y erigirse como vanguardia de los intereses políticos y económicos conservadores.

Enfrente, cerrándole el paso, el gobierno nacional, sólidamente caracterizado por una activa gestión de políticas públicas que amplía los espacios democráticos ciudadanos, impulsa la industrialización, mejora la distribución del ingreso a favor de las mayorías, dignifica la soberanía nacional y promueve la integración latinoamericana. Un gobierno que se nutre de las adversidades, para redoblar las apuestas en beneficio de los intereses populares.

Las cartas están echadas. A las ciudadanas y ciudadanos que nos identificamos con los intereses del pueblo trabajador, de la nación argentina y la patria grande latinoamericana, nada puede resultarnos más precioso, en la hora actual, que fortalecer el desarrollo y la profundización del proyecto nacional, popular y democrático que conduce Cristina Fernández de Kirchner. ¡Vamos por más unidad, mejor organización y una muy amplia solidaridad de todo el pueblo argentino! ¡Vamos por más!

Buenos Aires, 20 de diciembre de 2012.

- Carlos Vargas, Prensa OCTUBRES.

(*) Ver Horacio Verbitsky, contratapa de Página 12, del jueves 20 de diciembre de 2012.



http://www.alainet.org/active/60558

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domingo, 30 de diciembre de 2012

José Orbaiceta: “Nosotros salvamos las empresas que los patrones cerraban en 2001”

Crédito Foto: Ansol
El titular de la Federación de Cooperativas de Trabajo de la República Argentina (Fecootra), José Orbaiceta, repasó con Ansol  las implicancias de la crisis de 2001 en el cooperativismo y el rol de Estado en la recuperación; insistió en que “se salvaron cientos de fábricas desde el asociativismo” y apostó a la “integración política” del sector. “La crisis nos dejó una cicatriz que está sanando”, celebró.   Además, analizó los avances de los trabajadores autogestionados y el apoyo del Estado a las nuevas cooperativas formadas tras las quiebras de empresas.

-Pertenece a la grafica Ferrograf, que en 1985 asume el formato cooperativo, ¿Cómo transitó la crisis que explotó el 19 y 20 de diciembre de 2001?
- El proceso recesivo fue muy duro, y en un año pasamos a facturar un tercio de lo que facturábamos normalmente, apenas podíamos sostenernos y pagar los créditos. En ese contexto tuvimos que concursar, negociamos con los proveedores planes de pago, salvamos la empresa y la restructuramos. Continuamos la marcha de la empresa, la volvimos competitiva y sustentable, al tiempo en que pagamos las deudas conservando los puestos de trabajo. La crisis nos dejó una cicatriz que está sanando.                                                       
Ante la misma crisis, los patrones cerraban pero nosotros no cerramos, continuamos y salvamos cientos de puestos laborales. Nosotros salvamos las empresas que los patrones cerraban en 2001.

-Desde su experiencia de más de 30 años en el sector, ¿Cómo se modificó el mapa del cooperativismo tras  la irrupción masiva de las empresas recuperadas?
-La incursión de las empresas recuperadas fue una explosión porque el fenómeno venía de antes, un buen ejemplo es la Gráfica Cogtal que fue recuperada en 1956. Pero hoy tenemos cientos de empresas con 10, 12 años de antigüedad con mucho trabajo, porque los trabajadores se hicieron cargo de las fábricas y fueron aprendiendo en el tiempo.       

Las nuevas, más las que nacen de los programas de inclusión y las nuevas de jóvenes profesionales, reconfiguran el mapa del cooperativismo que antes tenía como protagonistas a las empresas más antiguas, de antes de 2000, enriqueciéndolo y haciendo que en el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes) haya seis mil matrículas, que  1.500 sean de las industriales y el resto, de las de servicio, además de haber causado el nacimiento de la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT).

-En este proceso, ¿Cuál fue el rol del Estado?
-Tuvo y tiene uno muy importante porque hoy cuando nace una cooperativa el Estado las recibe. Desde la modificación de la Ley de Concurso y  Quiebras (Nº 24522), por ejemplo, los trabajadores pueden estar en el Comité de crisis de la empresa, pueden ejercer el derecho a compra. Además, el Ministerio de Trabajo llega con seis líneas de apoyo. Y una vez conformada la cooperativa, el Inaes y las carteras de Desarrollo Social, Trabajo, Industria y Ciencia y Tecnología hacen que las empresas puedan lograr el capital inicial porque el otro factor de producción, que es el trabajo, lo tenemos pero los capitales que hacen a la empresa competitiva los buscamos en el Estado.

-¿Y la solución que proporcionó el cooperativismo de trabajo a los obreros de las empresas quebradas?
-Fundamentalmente la conservación de los puestos de trabajo, de conducir su propia empresa, brindándoles un aprendizaje a un nuevo rol, al cual no estaban habituados.  
Ahora, el camino que queda es la integración política e institucionalmente con las federaciones y juntarnos por sector, por producción, como son los ejemplos de la Red Gráfica, de la Red Textil, buscando el mercado en conjunto y creando plataformas comunes que permitan el desarrollo autónomo más allá del Estado, dándole perspectivas estratégicas al sector pero siguiendo el trabajo mancomunado con los gobiernos populares.

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sábado, 29 de diciembre de 2012

Medios y Nuestra América: "Las élites latinoamericanas son más duras que Washington”

Junto con el docente universitario y especialista en medios Martín Becerra, el periodista argentino Sebastián Lacunza analizó miles de documentos estadounidenses vinculados a las empresas mediáticas latinoamericanas, revelados por Wikileaks, y publicaron el libro Wikimedialeaks.

La relación entre medios y gobiernos de América Latina bajo el prisma de los cables de Wikileaks. A lo largo de los 11 capítulos del libro sobre otros tantos países latinoamericanos se ve "la mano de la embajada" negociando con las grandes empresas de medios.

Lacunza explica que el caso de mayor complejidad es Argentina. Los medios argentinos han sido hipercríticos con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y hasta hicieron campaña en su contra, pero no promovieron golpes de Estado. En Venezuela, en cambio, sí lo hicieron. "A su vez, la ley de medios argentina se mete con la diversificación de voces pero no con los contenidos.

El gobierno de Hugo Chávez sí se metía con los contenidos con la ley "Resorte" (ley de Responsabilidad Social en Radio, Televisión y Medios Electrónicos) y creaba un sistema de medios estatales muy fuerte. En Argentina eso no existe. El caso argentino obligó al embajador Anthony Wayne a tener una visión más compleja, amplia y crítica.

En otros países también hay observaciones críticas de la embajada, por ejemplo en México y Brasil, dos países que son socios y competidores de Estados Unidos, lo que obliga a Washington a tener toda la atención puesta allí. Son grandes mercados de telefonía, de televisión, y representan mucho interés económico para Estados Unidos. Cuando Washington critica el oligopolio de medios en México elabora informes críticos del nivel de una cátedra universitaria, desde el punto de vista del derecho a la información".

El libro expone el rol de actores políticos que cumplen las empresas de medios de comunicación.

- Sí. Muchos de ellos acuden como actores políticos a la embajada estadounidense, a la que proponen pactos y hasta la sorprenden, al punto que los propios embajadores tienen que decirles que no. Superan a la embajada con sus demandas.

En ese sentido Washington demostró ser más criterioso que las elites políticas y mediáticas que actúan en algunos países latinoamericanos. Pero el silencio que se impusieron los propios medios latinoamericanos sobre sus visitas a la embajada los muestra en una fase de ocultamiento de su propio rostro.
Casi ningún medio de América Latina publicó los cables revelados por Wikileaks que hacían referencia al propio medio. Son actores políticos, pero se niegan como actores ante sus propios lectores, y esta tensión explica bastante los conflictos entre gobiernos y medios en América Latina.

Los cables parecen confirmar -identificando con nombre y apellido- aquello que las teorías de la comunicación de los setenta desarrollaban conceptualmente sobre el consumo de información generada en países centrales para los subdesarrollados.

- Sí, con toda la complejidad que tienen hoy aquellas teorías. Sobre todo los casos de Honduras y Bolivia, dos países muy pobres donde las burocracias autóctonas del gobierno a veces eran remplazadas por hombres del Pentágono.

Eso creó una dinámica muy especial, y cuando llegan un Evo Morales o un Manuel Zelaya, muy distintos ambos por múltiples factores, lo que se percibe en la lectura de los cables de la embajada es indignación porque vienen a ocuparse de aquello de lo que antes se ocupaba ella, según explicitan los funcionarios de Washington.

Tendría que chequearlo en favor de la precisión documental, pero según los cables en Bolivia había 900 estadounidenses en funciones de la burocracia estatal a través de la DEA o de la USAID.
Enorme. En esos dos casos se percibe una alianza de la embajada con elites mediáticas y políticas en las que coinciden las mismas personas, es decir, políticos bolivianos y hondureños que son dueños de medios. Estos serían los casos donde las teorías de la comunicación denunciaban la intervención directa del imperialismo.
Con el libro creo que se comprueba cómo las elites mediáticas y políticas superan a la embajada en cuanto a su osadía.

- ¿A ver?

- Cuando gana Rafael Correa en Ecuador -antes de que asuma-, medios y políticos, entre ellos quien hoy es el principal candidato opositor, Guillermo Lasso, le proponen a la embajada implementar un plan para destituirlo. Y es la propia embajada la que le responde a Lasso que se organice, forme un partido político, desarrolle una propuesta opositora y "después hablamos". Lo mismo con el dueño del diario El Nacional de Caracas, quien fue a proponerle a la representación diplomática estadounidense que le inyectara fondos. Estamos hablando del segundo diario "serio" de Venezuela. La embajada tiene que responderle que le está pidiendo algo ilegal y que Washington no interviene en asuntos internos de los países.

- ¿Diría que Venezuela y Ecuador son los dos casos emblemáticos en el enfrentamiento entre élites mediáticas nacionales asociadas a la embajada estadounidense?

- La reacción en ambos países fue muy distinta. En el caso de Venezuela, a poco de asumir Chávez, la mano de la embajada, tanto por los cables como por lo que se publicó acerca del golpe en 2002, fue muy clara y evidente. En cambio, la asunción de Correa, cinco años después, en 2007, ya toma a la embajada en otra actitud. Esperan a Correa como algo inevitable.

El caso ecuatoriano es muy interesante como objeto de análisis porque allí hubo dos embajadoras mujeres que se sucedieron (Linda Jewell y Heather Hodges), muy buenas analistas y que incluso soportaron algunas presiones de los empresarios de medios poniendo en duda cada denuncia contra Correa.
Si bien en los cables admitían que Correa es un tipo duro en su forma de hablar, también consideraban que los medios ecuatorianos son parte de una élite con poco apego a la democracia. En Argentina también terminan por reconocer que el gobierno tiene razón respecto al grupo Clarín al considerarlo como un monopolio.

- Ustedes destacan en el libro que el grupo Clarín era objetado por varios sectores desde hacía mucho tiempo. El expresidente Raúl Alfonsín, el periodista Bernardo Neustadt, y sectores cercanos a la derecha política, como el macrismo, el peronismo empresarial de Francisco de Narváez y el dirigente Ricardo López Murphy, plantearon con cierta timidez la necesidad de frenar el avance del monopolio de Clarín.

- Incluso se lo plantearon a la propia embajada estadounidense. A ésta le molestaba que las empresas estadounidenses tuvieran que negociar solamente con Clarín para vender sus señales de televisión por cable. Clarín es dueño casi monopólico de la televisión por cable en la ciudad de Buenos Aires.

En un momento Néstor Kirchner aprobó la fusión que le permitió posicionarse como monopolio (en 2007) y que ahora el gobierno de su propia mujer trata de desarmar. El embajador Wayne dice que empresas como MTV, CNN, Turner y todo el resto fueron a golpearle la puerta para decirle que Clarín les estaba pagando muy poco por el ingreso de sus señales, precisamente porque era el que ejercía el monopolio.

Eso también fue un tema que convenció a la embajada de apoyar las razones del gobierno con la ley de medios: estaban en juego los intereses estadounidenses.

¿Cuál era el rol de las Ong de Estados Unidos haciendo lobby u operando directamente sobre gobiernos de la región?

- En el caso de Venezuela está descrito por el embajador Charles Schapiro. El Instituto de Prensa y Sociedad, Espacio Público y el resto de las ong venezolanas que se dedican a la "defensa de la libertad de expresión" están mencionadas por la embajada de Estados Unidos como vías de penetración y deslegitimación de Chávez después del golpe de 2002. Tras esa intentona fallida, la embajada quedó muy golpeada y Chávez no dejó de ponerlo en evidencia y atacarla. Entonces el embajador consideró que ya no podía salir frontalmente a criticar a Chávez sino que debía hacerlo a través de las ong.

Los cables sí lo reflejan en Venezuela, pero también y especialmente en Bolivia, cuando Evo Morales atacó los programas vinculados a Usaid, que es la vía de contacto estadounidense con las Ong locales. Y esto ocurre en Ecuador más tardíamente también.

Funciona a través de un esquema que se da en toda América Latina: la embajada, a través de terceros o de programas del Departamento de Estado, financia a ong que se presentan como defensoras de la libertad de prensa, que a su vez elaboran informes que hacen llegar a ong en Estados Unidos, que se mueven ante el Departamento de Estado, al que le dan la excusa perfecta para justificar el financiamiento de las ong latinoamericanas, cerrando el círculo.

En el caso argentino esto no está tan explícito porque la embajada toma distancia de Clarín y todo aparece más matizado. Pero en Venezuela y Ecuador está muy claro. Por eso se entiende la tirria de Chávez, Correa y Evo Morales contra la USAID.

Por eso Correa plantea la reestructuración completa de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ante la cual denuncian las ong que se erigen en defensoras de la libertad de prensa. Un caso emblemático es Fundamedios, una asociación de Ecuador que actuó codo a codo con la organización patronal de medios de ese país, con la cual comparte dirigentes y profesionales. Fundamedios se dedicó a denunciar y criticar los excesos de Correa con relación a la prensa, que fueron reales, y esos informes fueron la base de las acusaciones con las que la CIDH trabajó el caso ecuatoriano.


Fuente: Fabián Kovacic, semanario Brecha, Montevideo, 7 de diciembre de 2012. Tomado de http://www.telegrafo.com.ec/2012-11-23-16-29-49/medios/item/las-elites-latinoamericanas-son-mas-duras-que-washington.html

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España: 2013 pinta oscuro y móvil para los medios de comunicación

Más contenidos y productos en móviles y tabletas, aumento de los contenidos de pago con redacciones y diarios más pequeños. Publicidad y difusión en caída después de cinco años de crisis. Una televisión dominada por dos empresas en un duopolio, y derrumbe y privatización de las cadenas públicas. Más amenaza de cierres de medios de comunicación en la senda de los doscientos liquidados por la crisis. Es el avance urgente del escenario de los medios para 2013. Los rumores de fusiones de grandes diarios se apagan, pero en el sector no se descarta alguna venta sonada, además de la privatización de televisiones autonómicas.

ABC y El Mundo se alejan. El primero se alía con la Cope con el cierre de Punto Radio para convertirse en el poder mediático de la derecha católica. El segundo seguirá de francotirador si su propietario italiano, RCS Mediagroup, consigue los 300 millones de euros necesarios para enjugar las pérdidas por la compra de Recoletos y acometer un plan de reestructuración.

Los grandes diarios recortan aún más las redacciones para ajustarse a un nuevo negocio con menos ingresos tanto de publicidad como de pago. El negocio no volverá a ser el mismo para la prensa. Los diarios han perdido la mitad de sus ingresos y una cuarta parte de los ejemplares vendidos. El año que viene augura una caída publicitaria del 12%, menor difusión y pocas ganancias en publicidad digital.

En televisión hasta las grandes cadenas como Mediaset y Antena 3 han sufrido pérdidas operativas en 2012 y la desaparición de la publicidad de TVE no ha frenado el desplome de casi el 50% de ingresos para las privadas. La privatización de las autonómicas se la disputan dos empresas, Secuoya y Vértice 360, con el exsecretario de Estado de Comunicación de Aznar, Miguel Ángel Rodríguez, como consejero de la primera y el ex ministro Josep Piqué en la segunda.

Las huelgas y los expedientes de regulación de empleo acaban de hundir a las más dañadas, como Telemadrid y Canal 9, candidatas a una privatización con control político asegurado.

TVE se hunde. A punto de caer por debajo del 10% de la audiencia hasta ha perdido el liderazgo en el telediario de la noche, batida por Telecinco, pero acechada por cadenas como La Sexta que atrae a los desencantados de la nueva línea editorial impuesta por Julio Somoano.

Los diarios esperan aumentar los ingresos de pago digital, pero la experiencia de los kioscos digitales Orbyt (El Mundo, Marca y Expansión con las revistas de Unidad Editorial, La Razón y las publicaciones de grupos como Zeta o Prensa Ibérica) o Kiosko y Más (impulsado por Vocento, Prisa y La Vanguardia y que agrupa a gran cantidad de editores) vuelve a revelar la poca predisposición al pago por medios convencionales de los internautas.

Todos confían en lo que se pueda conseguir con las nuevas pantallas: tabletas y móviles. Pero la audiencia se resiste: por los contenidos y la oferta gratis, pero también por una crisis que ha dejado los bolsillos vacíos. Las tarifas planas en los móviles aumentan el consumo de internet desde cualquier sitio, pero sólo se paga por lo que realmente se desea. Un ejemplo es el vídeo bajo demanda en internet. Experiencias como la película 'Carmina o Revienta' y datos de estudios recientes indican que la gente está dispuesta a pagar por contenidos de bajo precio y alto valor.

La pregunta es si la mayoría de los diarios y televisiones será capaz de ofrecer productos para rascarse el bolsillo. Pero también si el periodismo poscrisis será capaz de realizar la crítica independiente de los poderes que tanto se necesita.


Fuente: http://www.eldiario.es/zonacritica/pinta-oscuro-movil-medios-comunicacion_6_81951819.html

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Ley de Medios: la Afsca otorgó las primeras licencias para radios comunitarias

La Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, con el objetivo de ampliar la oferta de servicios de comunicación de carácter social, entregó las primeras licencias para organizaciones sociales y comunitarias.


En su última reunión, el directorio de la Afsca aprobó la adjudicación directa para algunas emisoras de baja potencia, bajo el nuevo régimen previsto por el artículo 49 de la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.  

Entre las organizaciones que recibieron una licencia se encuentran el colectivo de educación popular “Abrojos”; la fundación “Calchaquí” de Tucumán; y la asociación “Caxi”, movimiento campesino de Mendoza.

También están las bibliotecas populares “La Bicicleta” y “Leopoldo Lugones” de Córdoba; y la Cooperativa Agropecuaria, Forestal de Transformación, Comercialización, Vivienda y Consumo La Costeña de OCCAP, de San José del Boquerón, Santiago del Estero; todas sin fines de lucro.

Además, recibió una licencia con fines de lucro la FM 92.9, de Colonia Victoria, Misiones.

El artículo 49 de la Ley establece un régimen especial para aquellas radios de muy baja potencia instaladas en zonas de alta vulnerabilidad social y/o escasa densidad demográfica, con la condición de que difundan contenidos de carácter social.

Por otra parte, el Fondo Nacional de las Artes, en convenio con la Afsca, otorgó los primeros subsidios para la adquisición de equipos de radio a organizaciones sin fines de lucro que desarrollan actividades de comunicación audiovisual con un perfil artístico y cultural.

Fuente: Télam

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viernes, 28 de diciembre de 2012

Ley de Medios: cuestiones de tiempo


(Por Mario Wainfeld) Antes de la llegada de la sacrosanta feria de enero la Corte Suprema resolvió los dos recursos interpuestos por el Estado Nacional. Rechazó ambos: el per saltum por unanimidad e invocando motivos formales atendibles, el extraordinario con argumentos de pobreza franciscana. Eugenio Raúl Zaffaroni votó en disidencia, lo que lo distingue y le hace honor.



La mayoría (incluyendo a Zaffaroni y excluyendo a Carmen Argibay) ratificó lo que ya había dicho sobre la terminación del plazo concedido a la concesionaria por el artículo 161 de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LdSCA).

La cuestión de fondo seguirá su trámite, hará escala en la Cámara en lo Civil y Comercial antes de recalar en la Corte para que ésta dicte la sentencia final. El itinerario no es tan cuestionable como la precariedad de los razonamientos de la sentencia y un manifiesto doble standard en el modo de imponer dinamismo (hace un ratito apenas) al juez de Primera Instancia y (ayer) a la Cámara.

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No saltarás. El per saltum se desestima en cinco líneas. No procede, afirma la Corte y por cierto era forzado que se valiera del recurso el Estado, que ganó en primera instancia. Por añadidura, el tribunal mira con malos ojos al recurso de per saltum, dosifica su uso. Considera más sensato que el expediente, de marcada importancia institucional, recorra tres instancias. Es sensato ese criterio, no costaba nada explicitarlo para condimentar (por una vez) con franqueza al ritualismo.

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El año ya pasó, caramba. La Corte ya se había pronunciado con relación al año otorgado a los concesionarios para adecuarse a las restricciones antitrust de la LdSCA. Pero la Cámara en lo Clarín y Comercial le tomó el pelo: adujo otra interpretación, la más generosa con el Multimedios. Era una burla al Tribunal, al que éste responde con precisión aunque con blandura.

La Cámara pecaba de inconsistencia: si Clarín disponía de un año de gracia, la ansiógena medida cautelar perdía razón de ser. Se derrumbaba el riesgo inminente, uno de sus pilares. Pero a los camaristas no los mueve el rigor sino la sumisión.

La Corte (re)puso las cosas en su lugar. Algo queda claro: si al final del largo recorrido se convalida la constitucionalidad, el trámite de oficio quedará allanado. En ese trance hipotético, recobraría vigencia la notificación a Clarín efectuada por el titular de la Agencia de Servicios de Comunicación Audiovisual, Martín Sabbatella.

La Corte consigna este aspecto como una victoria parcial del Estado. Es demasiado decir ya que se redunda en lo ya expresado, aunque el punto podrá ser decisivo en su momento. La jueza Argibay no quiso expedirse sobre este punto, candente en el debate público basándose en formulismos vacíos. Falsa asepsia (que tira para un lado), podría decirse, o criterio “obtuso” como la fulmina el blog Saber Derecho.

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Un silencio estrepitoso. La jerga jurídica explica menos de lo que confunde, para eso se inventó como describieran Franz Kafka y Michel Foucault. Hay excepciones, claro. Por ejemplo el recurso extraordinario es, en efecto, extraordinario. A diferencia de las apelaciones, no sale “por ventanilla” ni se aplica a diferencias de criterio con el tribunal inferior. Exige graves fallas en la sentencia, que sea “arbitraria” o sea una violación flagrante del derecho aplicable, por decirlo fácil. La Corte, en un parco puñado de renglones, estipula que la prolongación de la medida cautelar de la Cámara no es chocante. Mirado con ligereza y ritualismo, el argumento parece zafar. El problema es que la Corte omite, ni menciona, un hecho fundamental: la sentencia de primera instancia que rechaza la demanda. No es una pavada, sino un hito del proceso. Líneas antes se mentó uno de los pilares de las medidas cautelares, otro es la verosimilitud del derecho alegado. Una sentencia en contra demuele o erosiona esa verosimilitud. Es de manual, está en los Códigos. La elusión de la Corte es un flanco ladino de un fallo que contiene otros. Hasta podría imaginarse, a título de hipótesis, que los Supremos estimaran que la verosimilitud sobrelleva ese revés. Debieron consignarlo y fundarlo. No les hubiera sido sencillo: el dictamen de la Procuradora Alejandra Gils Carbó propone lo contrario, de modo fundado y contundente. Los cortesanos no están forzados a seguir al dictamen ni siquiera a citarlo, pero al escurrirse sinceran la endeblez de su posición.

Zaffaroni fundó su disidencia en el dictamen sin agregar razonamientos de su coleto. Un modo de ahorrarse reproches contra una resolución que le pareció mala. Acaso también de mantener cierto clima de “paz interior” que el presidente Ricardo Lorenzetti estimula, mientras opera para imponer sus criterios y apuntalar su liderazgo interno. La sentencia, en sus vericuetos, elipsis y bizantinismos (quizá en sus chocantes limitaciones), tiene su marca.

El cronista, como Gils Carbó y Zaffaroni, cree que la persistencia de “no innovar” quebranta al derecho aplicable. La Corte, ella misma lo escribió ayer, “no se encuentra limitada en su decisión por los argumentos de las partes o de la Cámara, sino que le incumbe realizar una declaración sobre (lo) disputado”. Así las cosas, no debía gambetear sopesar qué vale la sentencia de Alfonso. Es válido que haya diferencias de pareceres, no que una sentencia deje a un lado elementos esenciales. Tal es uno de los motivos de la arbitrariedad, mire usted.

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Cómo inclinar la cancha. Un núcleo fáctico, central, es el tiempo que tardará la Cámara en dictar sentencia, mientras pervive la cautelar. El Código le concede sesenta días desde que el expediente llegó al Tribunal. Cuando Alfonso demoraba su pronunciamiento y Clarín estaba nerviosho, la Corte exigió a Su Señoría que se pusiera las pilas. Lo urgió a pronunciarse, lo hizo correr a sacar fotocopias. Y, sobre todo, “habilitó días y horas inhábiles” variando el plazo para decidir. Los términos procesales se miden en días hábiles, quedando excluidos sábados, domingos, feriados y la feria mensual. Los Supremos, con sencilla practicidad, imprimieron dinamismo al expediente... cuando a Clarín le urgía. Ahora, cuando la corporación descansa sobre la cautelar, aplican un standard distinto, blanden una doble vara sin tomarse la molestia de explicar por qué. Inclinan la cancha, en términos futboleros: manejan una escala dual según la camiseta del litigante. Reniegan de su acierto anterior, lo suplen por una exhortación carente de imperium: “requerir a la Cámara para que se expida dentro de la mayor brevedad posible”. No se arbitra medida alguna que transforme la súplica en orden o en acto de autoridad. Su densidad y vigencia semejan (¿cómo decirlo en lenguaje técnico?) los de un suspiro en una canasta.

Todo indica que la Cámara, que tiene la camiseta puesta, dilatará los trámites todo lo que pueda. La sola lentitud será un beneficio para Clarín, que siempre jugó a demorar. El juez Edmundo Carbone ya le prodigó favores similares, con la aquiescencia de la Corte.

El Grupo apuesta desde 2009 a un cambio de escenario político, esa ambición se reescribe pero no se resigna. Y en todo caso, seguir ejercitando las concesiones es un beneficio en sí mismo.

El lector minucioso podrá aducir que el cronista especula con virtualidades. Y que el futuro está abierto. Así es, aunque agregando que la profecía se hace tomando en cuenta a los precedentes y a los protagonistas. ¿Puede ser que, sin ninguna exigencia de la Corte, los Camaristas atiendan a sus palabras huecas y honren su súplica? En el campo de lo hipotético podría ser. Acaso tuvieran un inesperado arranque de decoro. Acaso, por razones hoy no perceptibles, Clarín prefiriera apurar el paso. Son porvenires posibles. Habrá que ver.

Es, en cambio, irrefutable que la Corte ha sido funcional a eventuales tácticas dilatorias de los letrados de Clarín y de la Cámara. Que, en Tribunales, el que quiere demorar suele ganar siempre en ese rubro. Y que el que maneja el trámite tiene cien artilugios a mano para demorar la sentencia, el cronista ni las menciona para no dar ideas. Y, se ratifica, que el mes de enero no cuenta en los plazos. Un mes de gracia para empezar, casi nada.

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Unos meses más y una feria tranqui. Unos meses más, qué le hacen al tigre, susurran en el cuarto piso de Tribunales. Entre tanto, la Afsca deberá decidir si prosigue con “los demás” procesos de adecuación o si los suspende. Y el oficialismo, sofrenar reflejos belicistas y avenirse a otra decisión injusta, como lo ha hecho todo el tiempo, allende su retórica encendida.

Habrá que ver la magnitud de la nueva prórroga. Entre tanto, algo es seguro. Los integrantes de la Corte podrán tomarse vacaciones, como lo hacen año a año. Y, quién le dice, los Camaristas también podrán holgazanear sin plazos que los urjan. Tal vez el juez Francisco de las Carreras pueda hacer otro de sus viajecitos bancados por un tentáculo de Clarín. Una práctica que algunos señalamos como nociva y hasta descalificadora. La corporación de los jueces (abarcando a la Asociación de Magistrados y por lo visto a la Corte), da la impresión, la considera una costumbre macanuda.

mwainfeld@pagina12.com.ar

Fuente: Página/12

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Cooperativismo: Discurso de Pepe Mujica en 50 años de FCPU


El Presidente de la República, José Mujica, hizo gala de su locuacidad en el discurso realizado en el acto conmemorativo de la Federación de Cooperativas de Producción del Uruguay (FCPU), efectuado el 20 de diciembre último en el salón Azul de la Intendencia de Montevideo.

A continuación, las palabras vertidas por el Jefe de Estado con motivo de la celebración de la gremial de las cooperativas de trabajo:“Nuestro reconocimiento a los que, a lo largo de muchos años, han mantenido la vela prendida del esfuerzo cooperativo, la autogestión, de organizarse. Como ocurrieron las más de las veces,teniendo que arrancar en el peor escalón, con industrias fundidas que patrones insolventes dejaron. Para mantener la fuente de trabajo, inventaron lo que pudieron.

En otros casos, teniendo que bailar con la más fea porque no es sencillo arrancar, fundar algo, y mucho menos es dejar por el camino los atavismos de una cultura que está presente subliminalmente en todos nosotros, y que nos rodea.

Es fácil teorizar en el mundo de la solidaridad del trabajo, no es tan fácil vivirlo. Porque el pichón capitalista nos aparece por todos lados, porque el egoísmo suele estar agazapado y es una tendencia natural del hombre y de la vida. Tenemos la vida y tratamos inconscientemente de afirmar el Yo, y estamos bombardeados por una sociedad de consumo. Mucho más importante que la Enseñanza es la difusión de los Medios, que están en contra que se haga una cultura de solidaridad y trata de crear una cultura de comprar, y de comprar, y de consumir, y de consumir. Y nos cuesta enormemente, cuando hacemos un esfuerzo común y juntamos un peso, y no repartirlo.

Porque siempre tenemos la contradicción cuánto tiene que llevar el trabajo y cuánto tiene que llevar la inversión, que es lo que asegura el trabajo de pasado mañana. Y naturalmente, todas esas cosas juegan ahí.
Por eso yo tengo que felicitarlos, porque la idea es formidable, y es formidable porque ha logrado resistir y vive, a pesar de tocarle germinar siempre en las peores condiciones, cercado en nuestra sociedad. A punto que hay ciertos atavismos culturales: si vas a pedir apoyo a un banco para una cooperativa, ¡ni te preocupes! No te van a dar pelota. Están buscando la figura del Sr. Empresario;aunque el empresario sea un pelado, no importa. ¡Vaya que nos han pasado esas cosas! Y claro, como un trabajador que funda junto a otros trabajadores, que quiere hacerse cargo y no tiene otra cosa que el día y la noche. Y la esperanza y los sueños. ¿Qué poder de garantía? La guita está disponible para los que tienen guita, no para los no la tienen. Está todo hecho así.

Y a pesar de eso, hay un Movimiento Cooperativo. Porque tiene algo de mucho valor: es el intento de ser patrones de nosotros mismos, el intento de aprender a gobernarnos, a conocernos. Y hacerlo colectivamente, eso es una ley de características superiores, es parte esencial de la condición humana que traemos. Porque somos gregarios, somos un bicho gregario, un mono complicado pero gregario, necesita del resto de la sociedad. No puede vivir en soledad, necesitamos de los otros. Y los otros significan dolores de cabeza muchas veces, pero también son el aporte que nos hace llevadera la vida.

Esa construcción colectiva es una de las proezas más grandes, y qué cosa más curiosa, en este mundo hay cooperativas que resistieron a Franco, a Mussolini. Allí están, vivitas y coleando, alguna fundando universidad. Porque revolucionaron tanto que llegaron a esta conclusión: ¿cómo se va a hacer una currícula para enseñar a mis hijos con aquellos precisamente que estoy compitiendo y estoy peleando? No, señor: si no me libero en el campo de la formación y de la educación, estoy frito. Es una cosa seria el desafío de esa característica. Por eso pienso que tenemos mucho por delante.

Para algunos, el Cooperativismo puede ser una especie de refugio de los viejos revolucionarios fracasados que se agarran a un tablón, tratando de sobrevivir porque no pueden soportar el capitalismo. Pero tienen que vivir en el marco de una sociedad capitalista. Para otros, puede también resultarnos como el ensayo más serio para que la gente aprenda a gobernarse y no esté dependiente ni del Estado ni de un partido, que dependa del grupo social capaz de construir. Y es también una forma brutal de resistencia, solamente un íntegro Movimiento Cooperativo y una cooperativa, pueden resistir los momentos de crisis que genera el capitalismo con sus contradicciones. Cuando todo se viene abajo, una empresa típicamente no cooperativa, no puede rebajarle los salarios ni el costo del trabajo y prefiere, y no tiene otro camino, quebrar.

Las cooperativas pueden apretarse contra los yuyos, no perder el trabajo y aguantar, si tienen madurez política. Y tratar de salvar en primer término, la fuente de trabajo que mañana le va a permitir, en un reflote, recuperar lo que perdieron. Estas es una de las fuerzas más formidable que tiene el Cooperativismo. Siempre que no caiga en el error de organizar la lástima, o que quede sucumbido en un exceso de amiguismo, en lugar de compañerismo. ¿Por qué? Porque al Cooperativismo se le mete adentro los contrabandos. No todos sirven. Hay gente que no sirve: no porque sea mala, sino porque está para otra, tiene otra ambición. No hay que ser tan idealista que podemos meter todo.No. Pero hay pila de gente que sirve, que se da cuenta de estas cosas. Por eso, nuestro agradecimiento, nuestro reconocimiento, y vamos a tratar de hacerlo posible. Por ahí andan los compañeros de Paylana, van a sacar su empresa adelante y Dios dirá después. Y los que se dedicaban a la cerámica, no sé harán cerámica, harán baños, o lo que sea, pero la oportunidad la van a tener, y vamos a arrancar. Después no depende de un partido ni de un gobierno: depende de ellos. 

Pero la oportunidad que se da, aprovechala bien y subite en el carro de lo que se va conquistando. Eso significa que hay que seguir luchando, y luchando, y luchando. Porque después que este viejo se vaya, hay que lograr que quede la tajada que tiene que poner el Banco República, que tiene además que multiplicarse y crecer. Porque no puede haber un Movimiento fuerte sino tiene algo como un banco atrás, que lo respalde. Y el sentido de organización que tienen las cooperativas. No estamos solos, no es fácil tampoco. No es sencillo, ni hay tampoco un Arco de Triunfo a la vuelta de la esquina. Pero creo que la capacidad de resistencia que ha demostrado a lo largo de 50 años el Movimiento Cooperativo, es una credencial que indica en definitiva, hubo Estados que duraron mucho menos y se vinieron desmoronaron como un palo apolillado. Así que esto no tiene nada de fácil pero es posible, está ahí. Además hay que difundir ese entusiasmo al resto de la gente. Es tan lindo la gente retobada, pero con esta condición: que pone el alma, que pone lo que tiene, que es generosa y solidaria, sin caer en la bobería. Y todo organismo vivo necesita boca para comer y organismos excretores también. Lo que no sirve, tiene que marchar afuera y punto.

Pero esas cosas que nos ha enseñado la vida, que no es ningún invento teórico: esta es una ley hija de observar los procesos vitales. Es muchísimo lo que puede hacer: Muchas gracias Compañeros, por lo que han hecho y por lo que harán"

Fuente: FCPU Federación de Cooperativas de Producción del Uruguay


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